AVATAR UNIVERSITAS

TERAPEUTA AVATAR

Despierta la Luz con Terapias Avatar

Da un paso más allá de las terapias tradicionales y de los cursos genéricos. Si estás aquí, es porque buscas algo más. Quieres ayudar a tus consultantes a una transformación real, a una mejora en su equilibrio en mente y cuerpo, pero también en sus relaciones personales y amorosas, en mejoras sustanciales en su economía, en un cambio radical que resuene en lo más profundo de su ser.

Ofrece terapias pro siglo xxi

Conocí el universo de la psicología en la década de los 70, por esta experiencia, es que fui integrando otras formas terapéuticas alternativas. Finalmente pude crear métodos propios. 

Aprende a ofrecer una terapia pro, a sanar a nivel energético, emocional y psicológico, liberando los bloqueos al éxito y la prosperidad, ayudando a tus consultantes a alcanzar el máximo potencial en salud, dinero, amor y espiritualidad. Terapias para las necesidades del siglo xxi.

Ser Terapeuta Avatar es el arte de danzar con la energía del universo, un poema de sanación que libera la luminosidad del alma. 

F Fernando Ruiz-Torres

PSICÓLOGO TRANSPERSONAL MUSICOTERAPEUTA MÉDICO DE LA TRADICIÓN Y MÁSTER REIKI

REIKI MUDRA

Es el equilibrio energético que no solamente alinea tu psique y equilibra tu cuerpo, también te ayuda:

  • A CANALIZAR LA ENERGÍA DE ÉXITO EN TUS PROYECTOS.
  • A LIBERAR TU PROSPERIDAD FINANCIERA.
  • A PROPORCIONARTE ARMONÍA ENTRE CUERPO Y MENTE.
  • A QUE TE SIENTAS INTEGRADO(A) AL UNIVERSO.
  • A ATRAER A LO QUE DESEAS CON  CUERPO, MENTE Y ENERGÍA.

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Fórmate como Máster en Reiki Mudra

Imagina un espacio donde la energía y la sabiduría se unen para transformar vidas. Soy terapeuta con décadas de experiencia en reiki y su relación con los mudras y he creado un método único que te guiará hacia la armonía, el éxito y prosperidad integral. Si eres terapeuta, esto te interesa, si no eres terapeuta, también. Sé pro… vive al 100. Suscríbete un año por solamente $27 USD y comienza a vivir la vida que te mereces.

Transformando Vidas Desde 1989

He sido testigos de cómo las máster class que te ofrezco han encendido la chispa de la sanación, éxito, abundancia, prosperidad y despertar, en miles de personas. Las necesidades terapéuticas del siglo xx son muy diferentes a los retos que enfrentamos en estos tiempos. Nuestros sistemas de terapia avatar y reiki se ha adaptado a los cambios y desafíos del mundo contemporáneo. 

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UNA HISTORIA REAL DE REIKI
México 1994

Conocí reiki por medio de la maestra Magda Núñez, en Los Ángeles, California, USA, en el año de 1989.

La madrugada del día 18 de septiembre de 1994, ya en la Ciudad de México, tuve un sueño extraordinario:

 Un oriental me regala una cobija, al llegar a una casa que desconozco pero que identifico como mía, dejo la cobija en el piso de tierra, comienzo a extenderla y descubro con mucho asombro que sobre la tela están prendidos muchos dijes de oro en formas de templos, dioses orientales, estatuas, símbolos. De entre ellos tomo uno que me causa especial sentimiento porque en la parte superior tiene escrito mi nombre. Posteriormente llego hasta las puertas de un maestro de la curación al que le entrego todas las figuras de oro y también la cobija porque de alguna manera sé que le pertenecen. El maestro me mira enojado y pregunta que cómo es que llegó esto a mí. No acierto a contestar, solamente guardo silencio. Entonces su gesto grave desaparece, ríe y dice: “Hay, por todos lados, muchas personas que desde hace tiempo trabajan conmigo y cuando se marchan, al anochecer, se llevan una cobija como esta que me traes para dar calor a los necesitados de energía, pero ahí dentro llevan escondidos los símbolos de oro para enriquecerse mezquinamente. Así, estos curanderos, a la luz del día parecen piadosos pero, en realidad, son bandidos. ¿Y sabes una cosa? Estos dijes son de oro, pero no es oro del mundo, no es oro que viene de las entrañas de la tierra, es el hilo dorado de la misericordia de los Budas… procurad que nadie se quede sin un símbolo en el corazón”.

Al día siguiente, no bien había dejado mi portafolios en el escritorio cuando sonó el timbre del teléfono, era Susana Pulido, gran amiga mía, que llamaba para pedir mi opinión acerca de un problema por el que atravesaba. Salió su frustración por no haber, por esas fechas, conseguido su diploma como maestra Reiki. Había cursado el primero y segundo niveles, pero por lo costoso del curso definitivo que era de diez mil dólares, sentía que quizá nunca sería maestra en la disciplina que, según me refirió, era lo más importante de su vida. Me hizo saber que no era la única que tenía ese sentimiento, que había por ahí dos o tres conocidos suyos que atravesaban por la misma situación y que habían planeado alguna vez reunir entre todos esa cantidad para que uno de ellos obtuviese el tan anhelado diploma y posteriormente harían lo mismo con los demás hasta que al cabo del tiempo no quedara nadie, entre ellos, de realizarse como máster Reiki, plan que bien podría prolongarse varios años de llegar a buen término. El primero que recibiera aquel reconocimiento sería el primer maestro reiki mexicano. Súbitamente me vino a la mente el sueño y lo único que se ocurrió decir fue: “Déjame ver qué puedo hacer para que pronto obtengas tu diploma de maestra”.

 

Cuando colgué el auricular estuve caminando de un lado para otro durante algunos minutos, todo parecía indicar que mi alma aventurera estaba a punto de enfrascarse en una misión quijotesca. Volví al teléfono, esta vez para marcar el número de Magda Nuñez, amiga mía, colombiana, quien residía en el Sur de Estados Unidos y que, a la postre, ya tenía el diploma de reiki master. A Magda le conté mi sueño, la conversación que tuviera minutos antes con Susana, y ella, sensible y receptiva intuyó lo que quería proponerle. “¡No! -Fue su primera respuesta-. Alegó que la tradición se venía respetando desde siempre y que los diez mil dólares significaban algo más que un costo por el curso, era la conciencia y el ardor que el discípulo aspirante debería demostrar con ello y que mi pretensión absurda de enseñar el nivel de maestría a cambio de donativos voluntarios era inadmisible. Debo aclarar que, conociéndola, Magda era sincera en cuanto a su postura respecto de la tradición, el dinero en sí no le ha significado más allá que un medio para los fines meramente utilitarios. Sabedor de esto, aquel día le marqué dos veces más recibiendo todas las veces la misma respuesta. Volví a llamarle temprano al día siguiente. Entonces Magda me adelantó que recién había recibido una invitación para que ella participara en una caminata azteca en la ciudad de México, misma que sería a fines de septiembre, fecha que tentativamente le había propuesto para el proyecto Reiki.

 

A la siguiente semana ella coincidió conmigo en que las señales eran muy claras para cerrar los ojos. Aunque no accedió, su mente comenzaba a abrirse a la posibilidad. Entretanto, con la ayuda de Susana, el original grupo de tres o cuatro personas que eventualmente recibirían el grado de maestro se había más que duplicado. Fue así que cuando días después la maestra Magda, con reticencias y condiciones, consideró la posibilidad de venir a enseñar a México, detuvo nuevamente el proyecto porque “…trabajar con diez personas es una locura, Fernando -dijo-, cuando mucho puedo aceptar tres… los tres más avanzados… esto no es un juego”. Tenía razón. Aun así, decidí llevar esta especie de misión hasta sus últimas consecuencias.

 

Finalmente, Magda llegó a la Ciudad de México un poco con el ánimo de participar en la caminata mexica. Todavía pasamos horas llegando a acuerdos en unos puntos, discutiendo de otros. Cuando todo parecía indicar que el curso se realizaría, algo en ella se resistía y daba marcha atrás. Finalmente, por sincrodestino, le avisaron que se cancelaba el evento de la caminata azteca, en cambio su buen corazón (al que agradezco infinitamente) y su férrea voluntad, hicieron posible un curso de fin de semana en el pueblo de Rupatitlán, Estado de México, en una cabaña que daba casi al pie de los volcanes y en el espíritu mismo de la naturaleza, con una extraordinaria armonía y cordialidad entre los todos los participantes y con la gracia de Usui sensei que, en su potestad y en su herencia, hizo posible la ordenación de los 18 primeros maestros Reiki mexicanos. Como dato estadístico comentaré que me tocó en fortuna ser el primer iniciado. He aquí la lista de los 18 discípulos que recibimos el respectivo diploma que nos acreditaba como maestros y maestras Reiki en aquel memorable dos de octubre del año de 1994:

  1. Susana Pulido Paniagua.
  2. Aurelio Cano Atrián.
  3. Carlos Covanera Talavera.
  4. Edmar Salinas Callejas.
  5. Imelda Pulido Paniagua.
  6. Yolanda Castillejos Escobar.
  7. Flora López de Heredia.
  8. María Elena González Calderón.
  9. Leticia Ramírez de Román.
  10. Ana Beatriz Solano Díaz de Sandi.
  11. Mario Pacheco Plascencia.
  12. Evelyn Antuñano González.
  13. José Antonio Espinosa de los Monteros.
  14. Alma L. de H. de Yabra.
  15. José Marcos Chavarín González.
  16. Cecilia García Meza.
  17. Jesús Santos Galván Pello.
  18. F Fernando Ruiz-Torres.

Gracias a este movimiento pionero, discreto y poderoso se abrió una nueva manera de entender Reiki; su estudio se pudo hacer más accesible a la mayoría de la gente al reducir sensiblemente las cuotas en los cursos a nivel mundial, lo que generó una apertura para su mejor entendimiento y difusión.

Junto las manos en gassho y hago una profunda reverencia.

PRIMEROS 18 MAESTROS REIKI MEXICANOS

1994